Aspectos destacables del segundo debate presidencial
Dania Ravel
21 de mayo, 2018
Los nuevos formatos de debates presidenciales, hasta este momento, han dejado buenas impresiones y han cumplido su propósito de profundizar en las propuestas que cada candidato tiene para responder a los grandes problemas nacionales.
En la ciudad de Tijuana, donde por primera ocasión se implementó el formato de debate town hall meeting o de público participativo, no sólo debemos destacar esta modalidad por ser probablemente la de mayor innovación: destaca, primero, el simbolismo que implicó una ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos para desarrollar los temas relativos al comercio exterior e inversión, seguridad fronteriza y combate al crimen trasnacional, así como derechos de los migrantes.
En segundo término, es un logro que la naturaleza de este formato permitiera incluir a ciudadanas y ciudadanos como auditorio y hacer de ellas y ellos partícipes del debate. Ahora, en este segundo ejercicio, la confrontación giró en torno a las preocupaciones que planteó la ciudadanía frente a los candidatos. A ellos se dirigieron con sus inquietudes y las intervenciones de los candidatos tuvieron que ceñirse en torno a esas preocupaciones.
Aunado a lo anterior, es de destacar la pluralidad en la conformación del auditorio, en el que, en la medida de lo posible, logró integrar la diversidad de las y los mexicanos que viven en la frontera, quienes los temas de este segundo debate les afectan en mayor medida o de forma más directa. No fue, pues, una audiencia integrada por ciudadanas y ciudadanos con cierto perfil; todas y todos, eso sí, con problemas en común, pero también con intereses diversos, con distintas edades, con ocupaciones diversas, con sus propias identidades y con inquietudes tan válidas como las que pueda tener cualquier persona universitaria, comerciante, trabajadora del hogar o empresaria.
De igual manera, un tercer aspecto a destacar es la intervención y mayor rectoría del debate por parte de los moderadores, quienes interpelaron a los candidatos para que estos arrojaran mayor luz a sus argumentos, en vista de que las preguntas ciudadanas fueron más amplias y de una complejidad mayor, y la posibilidad de los candidatos para desplazarse y no quedarse en el atril procuró una cercanía mayor con las y los ciudadanos.
*Mtra. Dania Ravel Consejera Electoral en el Instituto Nacional Electoral
Las opiniones son responsabilidad de quien suscribe.
Compartir en: